Para personas adultas
Antojitos mexicanos
Antojitos Mexicanos es un espectáculo de cabaret musical para reírnos del amor y el desamor a través de la música popular mexicana, y de lenguajes teatrales lúdicos y frescos.
Las espectadoras y espectadores acompañan a Amalia, una mujer con el corazón roto, en la difícil tarea de dejar de sufrir por amor.
Durante esta patética velada, verán a Amalia transitar por todas las etapas del duelo e identificarán las absurdas exigencias del amor romántico.
Delirium premens
Es un espectáculo de cabaret con música en vivo que se compone de cuadros satíricos que cuentan la historia de una mujer, de muchas mujeres. En un ambiente oscuro y autocompasivo, una mujer delira sobre su vida y las decisiones que debido tomar a partir de todo lo que ella es y lo que ella padece. La música acompaña sus estados emocionales y mentales extremos, los potencia y abraza.
Una mujer se enfrenta a una enfermedad desconocida una vez al mes. El estado mental y físico que vive durante su padecimiento, le permite sentir demasiado y es el mismo que la hace hundirse en su propia miseria. Su misión en este momento es comprender lo incomprensible, evitar lo inevitable y soportar lo insoportable.
PARA JÓVENES AUDIENCIAS E INFANCIAS
¿Qué comiste, cacomixtle?
Jerónimo es un niño que se aburre profundamente porque vive en un lugar donde, según él, nunca pasa nada.
Hasta que una noche, pasa una cola anillada pegada a un animal muy raro. No es un mapache aunque se parece. No es un gato aunque tiene orejas puntiagudas. Podría ser un perro pero no ladra. ¡¿Qué es eso?!
Es un espectáculo para jóvenes audiencias que aborda el misterio, el miedo y la curiosidad como caminos para el aprendizaje. Con música en vivo e interacción directa con el público, este espectáculo activará la curiosidad en las niñas y niños, las ganas de preguntar y atender sobre todo lo que les rodea.
Niñas malcriadas
A Ariela le gusta jugar futbol, se le hacen nudos en el pelo y ¡hasta le apestan los pies! Antes se enojaba, pero su papá y su mamá siempre le decían: “las niñas bonitas no se enojan”. Ahora, sin saber cómo sucedió, su sombra está creciendo y tendrá que ponerle remedio junto a su desfachatada y poco común gata que ladra, Agatha.
